CIUDAD DE MÉXICO, 10 de abril, 2019.- Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, un grupo de 25 compañías acaparó el 19 por ciento del gasto gubernamental, según publicó este SinEmbargo.
Según las cifras del portal CompraNet, entre 2013 y 2018 el Gobierno federal firmó 1.2 millones de contratos por 3.1 billones de pesos con casi 205 mil personas físicas y morales.
De ese total, el 1.5 por ciento de los contratos -es decir, 18 mil 330- estuvo concentrado en 25 empresas, lo que significó un total de 588 mil 655 millones 165 mil 427.65 pesos entregados.
Entre esas empresas figuran algunas como:
Inbursa y Operadora Cicsa, de Carlos Slim Helú
Grupo Financiero Banorte, de Carlos Hank González
Sixsigma Networks México, donde María Asunción Aramburuzabala Larregui es accionista
ICA Constructora
Metlife México
Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico (Dimesa)
Farmacéuticos Maypo
Grupo Fármacos Especializados (GFE)
Siemens México
Y además, la mayor parte de los contratos gubernamentales que estas compañías obtuvieron no fue mediante un concurso público.
El 83.6 por ciento de ellos, es decir 15 mil 334, fue entregado por adjudicación directa y, del resto, el 9.6 por ciento -1 mil 770- fue por licitación pública o por concurso abierto; el 6.6. por ciento -1 mil 221- por invitación a cuando menos tres personas (concurso restringido); cinco licitaciones -0.3 por ciento- fueron entregadas por “otro tipo de procedimientos y mediante “proyectos de convocatoria”.
Y, aunque la adjudicación directa fue el proceso de contratación más utilizado, las licitaciones públicas concentraron la mayor parte de los recursos entregados.
¿De qué eran los contratos?
Los bienes y servicios más solicitados, según las 25 empresas analizadas por el equipo de SinEmbargo, fueron los médicos. Así, en total, se entregaron 229.6 mil millones de pesos a ocho compañías especializadas en esta área.
El 82 por ciento de los contratos se entregaron a las empresas Comercializadora de Productos Institucionales, Baxter México, Dimesa, GFE, Instrumentos y Equipos Falcón, Maypo, Ralca y Sanofi Pasteur.
Posteriormente, lo más demandado fueron los servicios financieros (2 mil 520 contratos) por 68.5 mil millones. Allí, empresas como Banorte, Edenred México, Inbursa, Metlife y Sí Vale México resultaron beneficiadas.
Mientras que en el ramo de la tecnología Siemens y Sixsigma Networks fueron las empresas dominantes, al tener el 4 por ciento de la demanda y embolsarse 41.5 mil millones de pesos en seis años.
El resto de los contratos se repartió entre:
Bienes y servicios eléctricos (la Comercializadora Milenio obtuvo 28 contratos por 13.6 mil millones de pesos)
De infraestructura y construcción (Avanzia Instalaciones, CAF México, Cicsa, ICA, Grupo Constructor Marhnos y Proinfra recibieron 183.3 mil millones de pesos con 24 contratos)
Seguridad privada (Copssa y Seguritech recibieron 10 contratos por 28.5 mil millones de pesos)
Manufacturas industriales (el Corporativo Industrial Coahuila recibió 23.7 mil millones de pesos en un solo contrato).
Y aunque podría decirse que la concentración de proveedores se debe al nivel de especialización o por cuestiones de patente, como en el caso de las farmacéuticas, la realidad es que en muchos casos hay tanta opacidad en los procesos de contratación, que no se puede descartar que las compras estuvieran amañadas.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) explica que “permitir las invitaciones a cuando menos tres o las adjudicaciones directas mediante supuestos amplios, como se hace actualmente, abre la puerta para que se abuse de estos métodos y favorece la colusión. Por eso la posibilidad de utilizar estas excepciones debe reducirse a lo mínimo indispensable”.
Predominaron las adjudicaciones directas
Durante la administración de Enrique Peña Nieto las adjudicaciones directas fueron una constante.
Así, de los millones de contratos entregados, el 73.4 por ciento no implicó concurso, mientras que el 11.5 y el 15.1 por ciento restantes fueron o por invitación restringida o por licitación pública, de acuerdo con SinEmbargo.
Eso significó que, por cada 10 pesos gastados, el Gobierno federal entregó tres sin realizar ningún tipo de concurso. Por el contrario, seis de cada 10 pesos se entregaron por medio de un concurso abierto, y poco menos de un pesos por invitación restringida o a tres personas.
Además, entre las casi 205 mil personas físicas y morales que recibieron un contrato del Gobierno pasado, 25 tuvieron ingresos conjuntos (588.7 mil mdp) superiores al presupuesto anual de una o varias secretarías de Estado.
Dentro de esas 25 empresas, hubo 10 compañías que superaron a cualquier otro contratista gubernamental.
La Operadora Cicsa, de Carlos Slim Helú, fue la que recibió más ganancias individuales, al embolsarse en total 92.7 mil millones de pesos durante el sexenio. El 99 por ciento de esa cifra correspondió a ingresos distribuidos en ocho contratos por licitación pública.
Le siguió Grupo Fármacos Especializados, que recibió 90.8 mil millones, de los cuales, el 53 por ciento lo recibió vía adjudicación directa.
SinEmbargo revela también que, entre las 10 empresas que más vendieron al Gobierno de Peña Nieto, cuatro se vieron ampliamente beneficiadas por la adjudicación directa -sin que ello implique colusión- y cuatro más casi no tuvieron contratos de este tipo.
Maypo -ubicada en tercer lugar-, Siemens -en séptimo-, Sixsigma Networks -noveno-, y Seguritech -décimo-, recibieron ganancias totales promedio de 16 mil millones de pesos cada una. El 65 por ciento de los contratos que obtuvieron fueron por adjudicación directa.
En el caso de Marhnos y el Corporativo Industrial Coahuila (quinto y sexto lugar respectivamente), sólo recibieron contratos por licitación pública por 28 y 23.7 mil millones de pesos.
Dimesa -cuarto lugar- y Proinfra -octavo-, tuvieron ganancias de 36.1 y 21 mil millones de pesos y sólo recibieron adjudicaciones equiparables al 4.5 y 0.4 por ciento del total de sus respectivos contratos.