Los propietarios de los Jefes de Kansas City potenciaron el valor del equipo, tras años de lucha de su padre y fundador, Lamar Hunt
KANSAS CITY, MISURI, 20 ENERO, 2019.- Los Hunt son la décimo sexta familia más rica de los Estados Unidos con 13, 700 millones de dólares de patrimonio, de acuerdo con datos de Forbes. La mayor parte de su fortuna proviene de sus empresas de parques de diversiones como Worlds of Fun, la explotación de minas de plata y la Hunt Oil Company, su empresa petrolífera. Sin embargo, también lograron amasar parte de su dinero mediante sus equipos deportivos.
En el 2006, la familia tenía 2,100 millones de dólares de su patrimonio invertido en ese tipo de franquicias debido a que Lamar Hunt, entonces el máximo administrador de la fortuna, era propietario de los Kansas City Chiefs de la NFL y el Columbus Crew y Dallas FC de la MLS. Además de que en esa misma primavera vendió al Sporting Kansas City, que por entonces se cotizaba en 22 millones.
Sin embargo, Lamar falleció en el invierno del 2006. La familia Hunt, desde entonces, decidió vender al resto de las franquicias de la MLS y se enfocó, al menos en un rubro deportivo, en explotar el negocio de los Kansas City Chiefs. Clark, uno de los hijos de Lamar, tomó la administración de la franquicia y en 12 años ha potenciado su valor hasta los 13, 700 millones de dólares dólares.
Pero ¿cuál es el origen del patrimonio de la familia?
Lamar fue uno de los hijos de Haroldson Hunt, uno de los primeros magnates petroleros de Texas. Al final de la década de los 50, obtuvo parte de la fortuna de su padre y con ella trató de comprar una franquicia de la NFL. Sin embargo, la Liga se la negó. Entonces, decidió tomar otra alternativa.
Se asoció con otros empresarios y formaron una liga alternativa de futbol americano: la American Football League (AFL) y, a la par, fundó a los Texans de Dallas. Al tiempo, los otros dueños de la NFL los apodaron peyorativamente a Hunt y compañía como “el club de los tontos”, porque decían que la Liga no iba a prosperar.
Pero se equivocaron.
La franquicia tuvo buenas entradas en sus primeras temporadas y, en respuesta, la NFL fundó a los Dallas Cowboys, que no sólo le hicieron competencia a los Texans en la ciudad, sino que acapararon la mayoría de la atención de los fans.
Ante la poca atención del público, Lamar, en 1963, meditó la oferta del entonces gobernador de Kansas City, Roe Bartle, quien le propuso mudar al equipo a esa ciudad garantizándole una entrada de 25,000 personas por partido. A las pocas semanas aceptó la oferta y le cambió el nombre a la organización por los Kansas City Chiefs.
La franquicia poco a poco tuvo la atención que prometió Bartle y para 1966, Hunt recibió una propuesta de sus antagonistas: fusionar la NFL y la AFL. Pese a sus diferencias iniciales, aceptó el trato al poco tiempo.
Los Chiefs tuvieron un éxito precoz. Jugaron y perdieron el Super Bowl I ante Green Bay y, tres ediciones más tarde, ganaron su único campeonato ante Minnesota. Desde entonces no han vuelto a llegar al Súper Tazón, pero esa racha podría romperse si vencen el domingo a New England. Con información de El Economista.