Arturo Mendoza Mociño
Cancún, Q. Roo.- Los poetas eligen ser poetas, sostiene Derek Beaulieu en su libro Seen of the crime: Essays on conceptual writing, porque no tienen el impulso para convertirse en algo mejor.
Beaulieu abunda: “A los poetas no deberían decírseles que escriban sobre lo que saben. No saben nada, es por eso que son poetas”.
Con tales palabras, al filo de las 7:36 de la noche del viernes 3 de mayo, se presentó el fanzine de poesía desde el Caribe llamado Cracken, en la Cafebrería La Mancha, por su tríada creadora: Antonio Íñiguez, Aldo Revfaulknest y Luis Alberto G. Sánchez. Ellos y otros invitados leyeron varios poemas contenidos en el número cero de esta publicación trimestral.
Los presentadores Mauricio Ocampo y Miguel Ángel Meza resaltaron que esta publicación reivindique, desde su soporte en papel, el lenguaje escrito y un género poco difundido en la región: la poesía.
Cracken, apuntó Ocampo, evoca al manifiesto rupestre y al manifiesto infrarrealista al ser una ruptura generacional. Sus impulsores son “millenials” pero apuestan, dede un fanzine bien cuidado y bien trabajado, por el lenguaje poético.
En el parecer de Meza, director a su vez de una revista literaria de larga data en Cancún: Tropo a la uña, consideró a Cracken como un nuevo integrante del bestiario poético del Caribe donde sus creadores despliegan una audacia impresa en un momento en que están desapareciendo las publicaciones en soportes de papel. Celebró que gracias a este espacio queden más claras las rutas poéticas de nuestro tiempo al convertirse en un nuevo referente generacional.
Lizbeth Peña, animadora del taller de creación literaria La Tlacuila y organizadora de esta presentación, leyó “Poeta con trayectoria”:
1
Veía por secciones
cuidando que pudiera decirle
al final, a cada bella mujer
esos versos eran solo para ti.
3
Detestable poeta viejo
te mira desde lo alto del escenario
como si los versos fueran billetes
con los que aceptarías desnudarte
para escribir un baile en su regazo.
Aunque, al parecer, según el aplausómetro de la noche, el poema que provocó mayores celebraciones fue el de Aurelio Macó, leído por Antonio Íñiguez, y que se llama “Para un poeta cursi”:
Escribe siempre
Lo que sientas.
Llorar, tal vez, podría servirte de algo.
Pero advertencia:
Nadie será responsable
Si tu corazón atravesado por una flecha
Apunta el arco hacia ti
Y te dice
Goodbye quinceañero.