A LA DERIVA 104 ESTANCIAS INFANTILES EN QUINTANA ROO

Pareciera un capricho del presidente López Obrador, quitar el subisidio al programa, afecta a miles de personas, principalmente niñas, niños y madres solteras

Hasta la fecha han cerrado 30 guarderías infantiles, principalmente en Cancún, por los problemas económicos

CANCÚN, QUINTANA ROO, 10 de abril, 2019.- La Secretaría del Bienestar, antes Secretaria de Desarrollo Social ha cambiado y ahora se le dice adiós al Programa de Estancias Infantiles. Esto ha afectados a miles de familias que ya No pueden dejar a sus hijos al cuidado de profesionales de los niños. Quintana Roo no es la excepción.

El Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras era para muchas mujeres la única opción para que cuidaran de sus hijos pequeños para las trabajadoras que no cuentan con seguro social. la Secretaría de Desarrollo Social otorgaba 950 pesos mensuales, así que las familias beneficiadas pagaban una cuota de 200 pesos.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social 2017 son las mujeres en su mayoría las que brindan educación a los niños en México, 70 por ciento lo realizan mujeres, del total de niños de cero a seis años de edad.

Datos ofrecidos por la misma encuesta señalan que que de los niños en ese rango de edad de 3 millones 505 mil 663 menores, 432 mil 817 fueron a guarderías públicas, 138 mil 777 guardería privadas.

En Quintana Roo están censadas 104 Estancias Infantiles que al desaparecer el programa quedaron a la deriva.

Niños de Quintana Roo afectados

Para María Verónica López Cadena, directora de Casita de Kadi, en Cancún este cambio de las reglas para apoyos federales a infantes que asisten a estancias infantiles los ha golpeado severamente. “Hasta ahora nadie nos ha avisado nada, nadie nunca nos dijo que ya había desaparecido el programa”, se queja López Cadena.

Casita de Kadi cuenta con todas sus licencias para operar debidamente, año con año las renuevan como es su obligación. Cumplir y pagar el dictamen de Protección Civil, pagar capacitaciones de primeros auxilios, saber el uso del manejo de extintores, de búsqueda y rescate, de combate contra incendios. Las maestras tienen que estar capacitadas en forma obligatoria. Una guardería no puede funcionar si no cumple esos requisitos.

La forma de trabajar era así: Los padres visitaban la estancia y si les parecía adecuada para el cuidado de sus hijos los inscribían, entonces iniciaban un trámite de apoyo y el dinero les era depositado a las responsables a través de una serie de requisitos. Una vez inscritos los niños, pasaba mes y medio o dos meses para que la ayuda de 950 pesos llegará y así poder subsanar los gastos de los pequeños.

En Quintana Roo las 104 Estancias infantiles contaban con un 35% de niños becados, esto es que no se les cobraba nada a los padres, sólo recibían el apoyo del Gobierno Federal. Al acabarse el programa, ese porcentaje de niños quedó desamparado. “La ayuda que recibíamos del gobierno era para pagar alimentos, renta, cocineras, gas, electricidad, agua. Al terminar el programa pues le tenemos que decir a los padres de los becados que tienen que comenzar a pagar y la verdad es que ellos no tienen dinero para pagar, en consecuencia casi todos los niños becados en Quintana Roo se han retirado de las estancias infantiles”, explica la directora de Casita de Kadi.

Ahora muchos niños en el estado se quedan en casa pues sus padres no tienen dinero para pagarlas. Encima ambos padres o madres solteras trabajan y los niños quedan al cuidado de familiares. “O las que no tienen abuelos o tías ¿qué hacen?”, se pregunta la directora de la Guardería.

Muchas madres que llevan a sus hijos a las Estancias Infantiles en Quintana Roo, trabajan haciendo limpieza en casas, en hoteles, en restaurantes. Otras señoras venden cosas en el comercio informal afuera de las escuelas vendiendo dulces, o cualquier cosa. Otras mamás trabajan en sitios que requieren mucha concentración y que pueden resultar peligrosos para los niños e incluso no es recomendado llevar niños.

“Subsistimos como podemos”

Tanto Casita de Kadi como las otras 103 Estancias Infantiles en Quintana Roo están agrupadas dando la pelea.

Casita de Kadi ha bajado el precio de sus cuotas para que los padres puedan continuar llevando a sus hijos. “Estamos subsistiendo como podemos, se nos complica cobrar lo que cobra una guardería particular pero también de tener a los niños de manera gratuita”, dice María Verónica López Cadena.

La población de niños que iban a esta guardería bajo en un 30 por ciento. “En mi caso particular desde diciembre no he cobrado ni un salario, he tenido que vender mi automóvil para pagar mis gastos, y los gastos de la guardería. Tuve que despedir a dos maestras. Algunos papás nos traen fruta y despensa para la alimentación de los niños. Es muy difícil sobrevivir los gastos de la guardería, y ya en el hogar, los gastos se multiplican”, explica López Cadena.

En casi todas las Estancias infantiles de Quintana Roo entre los niños atendidos hay algunos con discapacidades, quienes están al cuidado de maestras que han sido capacitadas para apoyar el desarrollo de estos infantes. Al no haber recursos para sus salarios, estos profesionales han sido despedidos y los padres han sacado a sus hijos de las guarderías al no poder costear los gastos. Sin duda cuidados especiales que no pueden hacer una tía o un abuelo.

El futuro incierto

Las 104 estancias han enviado una carta al gobernador Carlos Joaquín, que ha respondido a través del DIF, y en lo esencial es que “a lo mejor” las apoyan con despensas o con un donativo económico, porque ellos contaban con ese gasto, explica la directora de Casita de Kadi.

“Nos urge la ayuda, estamos prestando un servicio a niños cuyos padres no cuentan con la solvencia económica y que en verdad necesitan dejar a sus hijos a un cuidado serio y profesional”, añade.

En México hay alrededor de 26 millones de niños y niñas de entre cero y cinco años, según datos del INEGI 2017. De los cuales 4 mil 24 menores tienen una discapacidad y necesitan cuidados especiales. En México existen 9 mil 582 estancias infantiles en donde trabajan 55 mil personas que son responsables o asistentes educativas.

El cierre del programa ha causado serios estragos laborales y del cuidado de los niños.

Sin embargo, el Gobierno Federal encontró en su escaneo a las estancias infantiles que: La Sedesol registró estancias infantiles en 2017 de forma irregular, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF); que en el informe de la auditoría de desempeño practicada al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras se indica que 659 establecimientos, el 7 por ciento del total, fueron registrados sin contar con el Convenio de Concertación.

También que el Convenio de Concertación es el instrumento con el que se formaliza la entrega de los subsidios a los servicios de cuidado infantil. Son 373 estancias que solicitaron su afiliación, 86 obtuvieron su registro a pesar de no haber validado que cumplían con los criterios de selección establecidos en las reglas de operación del programa y que la “Sedesol no dispuso de mecanismos de control que permitieran garantizar que en 2017 los apoyos otorgados a las estancias afiliadas fueron utilizados para la adecuación, compra de mobiliario y equipo para el espacio validado que operaría como estancia infantil”.

Con información de Grupo Pirámide.

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